miércoles, 9 de febrero de 2011

Cuéntame - (capítulo uno)


- ¿Y ahora qué?
- Nada.
- ¿Seguro?
- Creo que sí.
- ¿Crees?
- Sí.
- ¿Qué sentiste al verla de nuevo?
- Lo de siempre. Un vacío en el estómago, nervios, miedo.
- ¿Te agradó verla?
- ¿Por qué preguntas? ¿No lo sentiste? ¿Qué mierda hacías?
- Quise que actuaras tú primero. No hubiera sido justo que mi contraparte no participe.
- ¿De verdad te encanta verme sufrir?
- Eres el tipo "insensible", así te calificaron tus antiguos compañeros y amigos.
- Sí. Tienes razón.
- Entonces, hablemos. ¿Qué sentiste al verla?
- Me sentí alegre, feliz. Hace tiempo que no la veía tan hermosa. No me resistí en abrazarla y en besarla. No permitió que la besara en los labios.
- ¿Cómo te sentiste en ese momento, cuando no dejó que la besaras en los labios?
- Triste.
- ¿Por qué?
- Porque extraño besarla.
- ¿Se te cruzó algún pensamiento acerca del por qué no permitió que la besaras?
- Sí y tengo miedo.
- ¿De qué?
- En ese momento, pensé que ya no me quiere como antes, que ya no desea nada conmigo. Hasta pensé que puede haber otro chico en su vida. No me extrañaría eso. Ella puede conversar con quien ella quiera y si hubiera un chico que la comprende y entiende y quiere, pues bien por ella.
- Si fuera cierto lo último que dijiste, ¿te arrepientes de no haber cambiado por lo menos un poco tu comportamiento hacia ella?
- Me arrepiento en ese supuesto y me arrepentí en octubre.
- Regresando a tu respuesta anterior, dijiste que tienes miedo, ¿por qué?
- No sabría por qué.
- Si tienes miedo, debe ser por algo que sientes sobre ella o por algo que piensas de ella.
- No sé.
- Bueno... No nos esperábamos que viniera a visitarnos un día viernes, ¿no?
- Sí, fue una bonita sorpresa. Ese día despertamos a las 6:30. A las 9:48 recibimos el mensaje que nos decía que ella intentó llamarnos. La llamé pero me cuelga.
- Sí. Pensamos que se habría equivocado al marcar y más bien quiso llamar a alguien que no sea nosotros.
- Una hora después recibimos una llamada de un celular que no conocíamos. Era ella
- Cuando mencionaste que llamó de un celular que no conocíamos, imagino que tuviste algún pensamiento sobre ello.
- Pues sí. Cuando me llamó me dijo que acompañó a su hermano a su colegio. Dudé de ella cuando me dijo eso.
- ¿Por qué?
- Porque pienso que ella fue no solo para acompañar a su hermano sino también para ver a un chico con quien ella se besó cuando éramos aún pareja... Bueno, eso es lo que pienso yo... Cuando ella ya estaba en casa, me dijo: "Saldré a llamar a una amiga. Solo le diré que me llame al celular, no me tardaré". Salió. Media hora después, llega.
- ¿Qué sospechas sobre ello?
- Sospecho que salió a llamar pero para encontrarse con alguien.
- ¿Con quién?
- No tengo idea. Esa fue mi sensación, ya que cuando llegó me dijo que no contestaba y que tuvo que darse una vuelta porque no encontraba teléfonos públicos.
- ¿Le creíste?
- No. ¿Y tú?
- Tampoco.
- Me lo imaginaba.
- Okey... Cuando llegó a la casa, ¿de qué conversaron? Es que yo estuve un tanto distraído.
- Conversamos un poco. Le pregunté cómo está y cómo le va en el trabajo. Lo de siempre. Vimos unas películas en la televisión.
- ¿Algo más?
- Le di unos masajes como antes lo hacía. Ella nos hizo lo mismo.
- ¿Sentiste en alguna ocasión que ella quería acercarse más a nosotros?
- No. Eso me pone triste.
- ¿Algo más que me quieras contar?
- No sé... Ah, sí. Yo le preparé algo para comer, ya que en mi casa no se come a la hora tradicional. Cuando ella despierta, porque se durmió unas cuantas horas, se lo menciono pero me dice que ella misma trajo su comida. Pero hubo algo que me desconcertó. Ella mencionó que iría a casa de sus tíos. Me deprimí, porque no quería que se fuera tan pronto. Le pregunto a qué hora iría donde sus tíos. Me dice que vino a visitarme a mí.
- ¿Hasta que hora se quedó?
- Hasta las ocho de la noche.
- Ahora te pregunto: Ambos estamos de acuerdo en que sospechamos que ella puede tener otro chico que queria con ella y que ella no nos llama por esa razón. Entonces, ¿por qué crees que se quedó con nosotros desde las 11 de la mañana hasta las ocho de la noche del viernes, si, según nosotros, ella se comporta como si no quisiera nada con nosotros?
- No lo sé. Tengo miedo. Tengo miedo porque realmente estoy enamorado de ella y no quiero dejar de verla. Tengo miedo porque siempre pasa por mi cabeza de que ella puede tener o estar con otro chico.
- Okey. En cierta forma, entiendo cómo te estás sintiendo ahora...
- Gracias. Obviamente, entiendes cómo "nos" sentimos.
- ¿Te acuerdas de nuestra relación con Rosmery?
- ¿Con Rosmery? ¿Por qué? ¿Tú no te acuerdas?
- Se supone que yo recién aparezco con Catrina.
- Sí, se me había olvidado. ¿Qué hay con Rosmery?
- Es huanuqueña al igual que Catrina.
- Sí. Bueno, no habría mucho que decir. La conocí cuando estuve en tercer grado de secundaria, en el 2006. Ella y otra chica se incorporaron al salón donde yo estaba a mediados del año. De verdad no recuerdo cómo ella y yo nos convertimos en enamorados.
- Pero antes de ella, estuviste con su amiga.
- Sí. Diana. No sé por qué estuve con ella.
- ¿Cómo fue esa relación?
- Algo tonta. Te cuento: En el colegio, ella me lleva al baño para varones. Ingresamos los dos. Fue algo rarísimo y ridículo. Nos dijimos que nos gustamos y decidimos ser pareja. Me acerqué a darle un beso. Apenas mis labios rozaron los suyos, algunos cuantos chicos ingresaron y nos dijeron que nos fuéramos antes que nos descubran. Lo hicimos. Antes de que ella se fuera con Rosmery, ya que era hora de salida, me pregunta: ¿Me besaste? Yo dije que sí, aunque no lo fue. Al tercer día, en el aula, en plena clase, me propone saltarnos la clase e irnos por ahí. Y de verdad créeme lo que le respondí. Le dije que no. Yo nunca me salté una clase y no lo haré por ella. ¿Sabes qué me dijo después? Me dijo: "Ay, qué aburrido eres. Terminamos".
- ¿Eras tan estricto en los estudios?
- Sí y lo sigo siendo. Si tengo que atender a las clases, lo hago.
- Esa fue tu relación más corta, ¿no?
- Sí. Luego de Diana, me acerqué más a Rosmery. Me pareció linda. Estuvimos. Luego me confesó que yo fui su primer enamorado. Nos veíamos en el aula, salíamos los fines de semana, fuimos a algunas fiestas.
- ¿Qué pasó con Rosmery?
- Terminó el año y ella se cambió de colegio. Bueno, eso es lo que me dijo. A pesar de ello, nos seguimos viendo y seguimos siendo enamorados hasta abril del 2007.
- ¿Quién terminó la relación?
- Yo.
- ¿Qué pasó?
- En tercer año de secundaria, conocí a un nuevo compañero. Su nombre es Jeison. Fuimos amigos y conocí a su mamá y a su hermana. Tuve algunas conversaciones con su hermana. Nos vimos algunas veces.
- Desde que terminaron el tercer año, ¿se veían regularmente Rosmery y tú?
- Sí. Solo unas cuantas veces. En abril del 2007, le pedí a Sheyla, la hermana de Jeison, que sea mi enamorada. Eso sí, antes debía terminar con Rosmery. Y lo hice.
- ¿Cuántos años tenía Sheyla ese año?
- Doce.
- ¿Dejaste a Rosmery por una chica de doce años?
- Sé que fue algo inmaduro de mi parte pero yo tenía quince años y está claro que era un inmaduro. No tengo excusa.
- Eso no lo discutiré ahora. ¿Cuánto tiempo duraron Rosmery y tú?
- Unos siete meses.
- ¿Cómo consideras dicha relación?
- A decir verdad, nos agradó estar juntos, tuvimos confianza.
- ¿Tuvieron relaciones?
- No... Aunque en una oportunidad casi se da.
- Cuéntame.
- Nos habían invitado a una fiesta, era cumpleaños de una compañera, ella quería ir pero yo le dije que yo no iría porque no tenía las ganas de ir. Ella me dijo: "Entonces, tampoco iré". Le dije que no haga eso y le pedí que vaya y se divierta. "Pero quiero divertirme contigo en la fiesta", me contestó. Le di un beso y le dije que vaya, que no se preocupara por mí. Al final, aceptó.
- Pero tengo entendido que al final te decidiste a ir.
- Claro. Eran las diez de la noche. Me vestí y decidí sorprenderla. Llegué a la fiesta y me uní al grupo de mis compañeros. Luego de unos minutos, salgo a la puerta y a lo lejos veo a Rosmery llegar. Me siento en el sofá. Ella ingresa y le digo "hola". Al verme, se sorprendió y me abrazó. Estuvimos un par de horas conversando entre todos y bailando. Fue divertido.
- ¿En qué momento de la noche "casi se da" con ella?
- Como se hacía tarde, la acompañé a su casa que no estaba muy lejos. Dentro de su casa, nos comenzamos a besar. En ese instante, sentí que iba a pasar algo más. Lo malo es que el sueño nos ganaba. Me despedí de ella y me fui a mi casa.
- Si hubieran tenido relaciones ese día, ¿crees que la relación hubiera continuado?
- No. No lo creo. Desde que terminó el tercer año, al mes la veía solo unas dos o tres veces.
- Bueno, sí, tienes razón. ¿La extrañaste?
- Al inicio, sí pero como yo al poco tiempo inicié una relación con Sheyla, pues la dejé de querer muy rápido y me concentré en Sheyla.
- ¿Por qué no me contaste lo de Sheyla?
- ¿Tenía que hacerlo?
- Bueno, no pero por lo menos para saber algo más de ti.
- Entonces, quédate con las ganas.

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