martes, 20 de octubre de 2009

¡Mal entendidos!

- No va a llamar - ataco.
- Ya va a llamar - contraataca.
- Mira. Ya lo analicé y de verdad que tienes razón, no debí actuar de esa manera por una llamada...
- Pero tú...
- ¡DÉJAME TERMINAR!... No debí actuar de esa manera... y sé que tienes razón, además no tengo porque ver las llamadas que recibes.
- Okey
- ¿Ya podemos estar bien?
- Sólo quiero que llame para que te des cuenta que tus suposiciones son falsas y que nunca me encontré con él. Aparte ya decidí algo y sólo espero que llame.
- Ya veo. Pero termíname ahora, estás perdiendo tiempo.


                    ¿Cómo empezó todo esto? Creo que ya quedó claro. Estamos en su casa. Sentados. Hubo una llamada de un chico llamado Victor de Trujillo con quien se topó Catrina en el colectivo. No estamos discutiendo de que ella haya recibido una llamada, si no de que después de que ella ha colgado el celular -según ella porque no quiere hablar con él porque siempre la jode- yo me dispuse a agarrar su celular para ver el número pero Catrina no me lo permite y lo agarra primero y comienza a presionar botones. Esa actitud, ese comportamiento me hizo dudar de ella:
1.- Puede ser que esté ocultándome algo.
2.- Puede ser que quiso contestar pero colgó porque estaba yo presente.
3.- Puede ser que no haya sido él si no otro chico que quizá ella ha supuesto que me pude haber molestado.
Cualquiera que sea el motivo, ese comportamiento a cualquiera le haría dudar.


- ¿Puedes traerme agua? - pregunta ella.
- Sí.
- ¿Puedo encender la televisión?
- Sí - respondí. Estaba con temor, no quería que terminara conmigo.
- Mmm. No llama.
- Te lo dije. Trae. Quiero ver el número - entonces descarté el número 3 - para llamarlo.
- No, Joan. No quiero que gastes tu saldo.
- No te preocupes, de esa manera saldré de dudas y luego te podrás ir sin antes decirme lo que decidiste.
- Bueno, si eso quieres.
- No lo quiero, eso me lo dices tú.
- Es que no sé porque desconfías de mí. Ese chico solamente me topé con él en el colectivo porque me senté justo a su lado. Comenzó a hablarme y me pidió mi número.
- ¿Y tú se lo diste?
- Sí.
- ¿Y si no querías que te jodiera, porque razón le diste tú número verdadero? ¿No podías dar un número falso?
- Sí, pero el justo me timbro.
- ¿Tú se lo diste porque querías salir otra vez con él o por idiota?
- No, Joan. No quiero salir con él y sí, quizá fue por idiota.
- Por consiguiente, debo suponer que cuando seas idiota le darás tu número a cualquiera.
- No me jodas.
- Entonces me das la razón.
- Piensa lo que quieras.
- No lo pienso, sólo digo la conclusión a la que llegué después de haber analizado la situación y después de escuchar tus explicaciones.
- Y si fuera verdad que yo me encuentro con él para pasear aunque sea. ¿Estaría mal? ¿Me prohibes entonces tener amigos?
- No te prohibo. No soy tu papá.
- Entonces, todo esto se debe a tus celos.
- Sí, puede ser mis celos.
- Al menos lo admites
- Tanto yo como tú, tenemos celos.
- Sí, pero los tuyos son extremos. Me saluda alguien en el messenger y altoque me preguntas quien es o tal ves no me preguntes, en ese caso dirás: "Me voy para allá". Te alejas como si ocultara algo.
- Te estoy dando privacidad. Puede ser que quieras decir algo a un contacto pero no dices ese algo porque yo estoy presente.
- Mejor dicho, no confías en mí...
- Es verdad, Catrina. No confío en tí desde lo que pasó.
- Mmm. Ya te dije que no pasó nada...
- Así me digas que no pasó nada, que tan sólo fue un pico que se dieron. Mi confianza en tí ya no es la misma.
- ¿Y porqué sigues conmigo?
- Sigo contigo porque te amo, porque pensaba que era pasajero y que en unos días recobraría esa confianza. Pero me equivoqué. Me parece injusto estar contigo si ya no confío en tí.
- ¿Entonces que decides? (Catrina se tapa la cara con las manos)
- Tenemos... que... terminar... (Silencio) ---  "CONTINUARÁ" ---

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