Estaba en el parque, caminando -no sé porque-, eran las 9 de la mañana. De paso, estaba pensando en que estudiar, a que dedicarme, que hacer en las vacaciones -aunque era Abril y todavía hay exámenes-. También, retomaba la decisión de que si era buena idea cambiarme de colegio en 5º grado. Mi celular suena. Era Ashley: "Hola, amor. Estoy ansiosa de verte. Te espero a las 3 en el puente. Como siempre".
Vuelvo a mi casa. Me ducho. Me preparo y voy a la espera de mi enamorada. Siempre está un vigilante en el puente, que guarda por la seguridad de todos -eso es lo que dicen, yo no lo creo-. Subí. No llegaba. Ya eran las 3:30. Las 4 y nada. De pronto, me saludó el vigilante. Le devolví el saludo. Me dijo que se llama Hugo. Fue interesante, nunca conversé con uno. Me habló de su familia, de su mujer, que me dice es sumamente bella, de su hija, que es -al igual que la madre- hermosa. Me contó que su hija tiene la misma edad que tengo yo, que desea ser administradora. Me prometió que un día me la presentaría. Nunca llegué a conocerla.
- ¿Qué haces tú aquí? - me preguntó
- Espero a mi enamorada, pero veo que no llega la desgraciada - le dije. Nos reímos.
Le confesé que recién llevaba con ella unas 2 semanas, que es linda, que estudio con su hermano pero él no debe enterarse.
- Claro, porque si no, te saca la con... - me dijo Hugo.
Me quedé conversando con él unas horas. Me retiré a mi casa y me tiré al sofá.
En la noche, antes de salir rumbo a una universidad, reviso mis mensajes. Ashley me dice: "Lo siento, amor. No pude ir. Mas bien quisiera que tú vengas a mi casa el sábado en la noche, a eso de las 9 o 10". Mi papá me dice: "¿Cómo estás, hijo? Yo estaré yendo a Huaraz. En unos días mando a alguien para que te traiga". Mi compañero Dante me dice: "Oye, Joan. No se te vaya a olvidar venir a mi cumpleaños. Van a venir todos. No falles".
Escribo las respuestas rápido. Le escribo a Ashley: "Está bien. Yo voy porque te quiero. Tú sólo espérame. Me gusta estar a tu lado". Le escribo a mi papá: "Yo ni loco voy. Jódete". Le escribo a Dante: "No te preocupes. Sí voy a ir. Te voy a llevar un regalo".
Al día siguiente, en la tarde, regresaba a mi casa junto con mi amiga, que es especial para mí. Era jueves, no teníamos clases, así que aprovechamos para ver algunas cosas, para molestar a los amigos -que en ese tiempo tuve-, y demás. En mi casa, almorzamos y nos pusimos a ver una película. Yo me levanto para ojear un rato mis mensajes.
Ashley me dice: "¿Porqué me dices eso? ¿Quién te haz creído, Ah?"
Mi papá me dice: "Ah, gracias hijo. Nunca pensé recibir algo de tí así derrepente"
Dante me dice: " No sabía que yo te gustaba. Pero es mejor que quedemos como amigos".
Vuelvo a mi casa. Me ducho. Me preparo y voy a la espera de mi enamorada. Siempre está un vigilante en el puente, que guarda por la seguridad de todos -eso es lo que dicen, yo no lo creo-. Subí. No llegaba. Ya eran las 3:30. Las 4 y nada. De pronto, me saludó el vigilante. Le devolví el saludo. Me dijo que se llama Hugo. Fue interesante, nunca conversé con uno. Me habló de su familia, de su mujer, que me dice es sumamente bella, de su hija, que es -al igual que la madre- hermosa. Me contó que su hija tiene la misma edad que tengo yo, que desea ser administradora. Me prometió que un día me la presentaría. Nunca llegué a conocerla.
- ¿Qué haces tú aquí? - me preguntó
- Espero a mi enamorada, pero veo que no llega la desgraciada - le dije. Nos reímos.
Le confesé que recién llevaba con ella unas 2 semanas, que es linda, que estudio con su hermano pero él no debe enterarse.
- Claro, porque si no, te saca la con... - me dijo Hugo.
Me quedé conversando con él unas horas. Me retiré a mi casa y me tiré al sofá.
En la noche, antes de salir rumbo a una universidad, reviso mis mensajes. Ashley me dice: "Lo siento, amor. No pude ir. Mas bien quisiera que tú vengas a mi casa el sábado en la noche, a eso de las 9 o 10". Mi papá me dice: "¿Cómo estás, hijo? Yo estaré yendo a Huaraz. En unos días mando a alguien para que te traiga". Mi compañero Dante me dice: "Oye, Joan. No se te vaya a olvidar venir a mi cumpleaños. Van a venir todos. No falles".
Escribo las respuestas rápido. Le escribo a Ashley: "Está bien. Yo voy porque te quiero. Tú sólo espérame. Me gusta estar a tu lado". Le escribo a mi papá: "Yo ni loco voy. Jódete". Le escribo a Dante: "No te preocupes. Sí voy a ir. Te voy a llevar un regalo".
Al día siguiente, en la tarde, regresaba a mi casa junto con mi amiga, que es especial para mí. Era jueves, no teníamos clases, así que aprovechamos para ver algunas cosas, para molestar a los amigos -que en ese tiempo tuve-, y demás. En mi casa, almorzamos y nos pusimos a ver una película. Yo me levanto para ojear un rato mis mensajes.
Ashley me dice: "¿Porqué me dices eso? ¿Quién te haz creído, Ah?"
Mi papá me dice: "Ah, gracias hijo. Nunca pensé recibir algo de tí así derrepente"
Dante me dice: " No sabía que yo te gustaba. Pero es mejor que quedemos como amigos".
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