miércoles, 10 de diciembre de 2008

Bendita envoltura

Kira, Diego y su amigo Jerito quedaron en ir a casa de Joan, para comer, tomar y joder, como siempre. Joan tuvo que hacer un esfuerzo y levantarse temprano, ya que está acostumbrado a dormir largas horas y porque es vital en él.

Llegaron a las 9:30 y tocan a la puerta. Joan, adormilado, les abrió. Todo fue muy, como decirlo, extraño. Jerito y Joan hablaban en la sala, mientras Kira y Diego estaban cocinando. Jerito le decía a Joan, como podría hacer para, de alguna forma, ganarse el cariño y poder estar con Yessica.
-Es que no sé, ella es muy fría- dijo Jerito.
-Osea como yo- bromea Joan.
-Si pues, tú y ella son iguales, y por eso te quiero porque me puedes ayudar.
-Ahummm, ya esta bien. Pero si tú quieres decirle algo a ella, tienes que decirlo serio y sin reírte. Porque si tú te ríes, ella no te va a tomar en serio- le exige Joan.
-Sí lo sé.
De pronto escucharon silencio en la cocina. Jerito, bromista, dice:
-¿Qué carajo están haciendo?

-Cocinando pues, mongól- responde Diego.
-Ya falta poco- añade Kira

Diez minutos después, Joan sale del baño, ingresa a su cuarto, y ve a Kira sentada, usando la computadora. Confundido, él, camina hasta la cocina en donde se topa con Diego.
-¿Oye, tienes ahí tus condones?- pregunta Diego
-Sí, ¿porqué?... No me digas... ¿Tú y ella?
-Eso creo, préstame uno.
-Después de que gastaste uno en el video... No me jodas.
Joan entra al cuarto nuevamente y sale guardándose algo en el bolsillo. Diego entra y se sienta al lado de Kira. Diego se acerca a ella y comienza a besarla, ella siguió la corriente.

Mientras Joan y Jerito comían la deliciosa comida que había preparado, Diego y Kira sacudían la cama que fue testigo de toda la acción. Joan llama a Jerito a escuchar los leves gemidos de excitación de ambos, pero aún más la de Kira.
-No podemos hacerlo- decía Diego, excitado por el movimiento que propiciaba Kira en la parte viríl erecta.
-¿Porqué?- pregunta Kira
-Puedes quedar embarazada y no quiero joderme la vida a esta edad- explicó él -Aparte, la basura de Joan se llevo los ponchos- añade.

Kira se quedó pensando, pero se le ocurrió la idea de jugar con la entrepierna, ya erguida, de Diego. La frotada, sobada, manoseada, ó, decirlo de una forma más simple, la masturbada que recibía Diego fue, como él dijo, rico, placentero. Fue tan rico que no aguantó y, suerte para Joan, se vaceó y se ensució su buzo.

Jerito, con el hambre que tenía, fue a la cocina a devorar todo lo que encontrara. Diego, en ese mismo instante, salía rápido al baño para limpiarse. Kira, sonriente, después de hacer esa travesura, llama a Joan.
-¿Porqué no le prestaste?
-Me la cobre de esa vez- respondió Joan -¿Y lo hicieron?
-Como crees, claro que no.
-Será para la proxima- bromea Joan
-Luego hablamos- Kira se retira a la sala, ya que Diego justo salía del baño.

Jerito, terminando su segundo plato, llegó a decir:
-Ay, mi madre. ¡Qué rico comieron!

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